Bajo la Luz de la Luna

Publicado por JLT en

Bajo la Luz de la Luna

3 de Diciembre del 2019 – 9:10 PM – Zapopan, Jalisco

La noche es hermosa, así como lo es ella. Sus ojos reflejan su luz, pero también revelan dolor y tristeza. Desde ese día no ha podido sentirse a salvo ni en sus propios sueños, ya no distingue entre sus pesadillas y su realidad, nada le trae gozo, nada llena el vacío que su hijo no nacido dejó en su vida, pero no se da por vencido, aún hay promesas que debe cumplir antes de irse al olvido.

Él lo ha estado buscando con desesperación, se siente peor que ella ya que sus acciones le hicieron mucho daño, más del que se pudo haber imaginado. Ella es la última encarnación de la Madre del Caos que logrará liberar la Dimensión del Caos, que más que ser un purgatorio para la humanidad se ha convertido en un lastre que los arrastra a todos, para seguir con el Proyecto de Terra Gaia la humanidad debe dejar atrás todas sus memorias y transmutarlas para liberarse de los pecados del pasado, pero siempre fue una apuesta, todo ha sido una apuesta desde el inicio, una apuesta en la que se juega la existencia misma, si pierden la apuesta entonces todos serán arrastrados hasta el pozo sin fondo del vacío existencial y nada, ni siquiera el poder de la Corte Celestial podrá ser el barco que navegue por las aguas del sufrimiento y la locura.

Todo inició con Gaia y el principio del final iniciará con Amaena, específicamente con su encarnación Ana Franzetti, la mujer de ojos tristes que observa la Luna desde su balcón en su lujoso departamento dado por Alexander Morningstar al ser incapaz de ayudarla más que de forma económica. La redención de la Madre del Caos no salió de acuerdo con el plan, pero ¿qué ha salido de acuerdo al plan en todo Terra Gaia? La caída de la sexta humanidad fue tan accidentado y súbito que nadie logró verlo venir, aunque sabían que eventualmente encontrarían el fin como cada ciclo, cada once mil años. Ana es fuerte, ella es Madre y solo el amor de una Madre puede superar lo imposible. Su mirada vacía es resultado por su travesía a través de ese lugar maldito que Zarek llama hogar, no por gusto, lo hace por Amaena, por su alma gemela.

El plan del Señor de la Oscuridad era muy claro, quebrar el espíritu de Ana, el espíritu de Amaena para que su corazón acepte ser sacrificado, es la única forma, ella debe sacrificarse por su propia voluntad, para eso el Pueblo de las Rosas Negras en el Distrito de Abbadon sería el lugar perfecto para Ana, todo iba de acuerdo al plan, pero Radamantis se reveló, aunque eso no cambió nada, pero Ana, ella no era la misma después de sus sueños en la Dimensión del Caos. Ese cambio lo cambió todo. Ana logró romper su ritual, dejando no otra opción más que abortar su redención y posponerla hasta que ella se encuentre lista.

Todos están agotados en extremo hasta el punto en que no pueden ver la luz al final del túnel. El Señor de la Oscuridad pasó de ser un imponente y extraordinario ser a convertirse en un viejo y agotado hombre que solo quiere abrazar a su alma gemela y olvidar que Terra Gaia existe. Tras la batalla contra su campeón corrompido por la Cacería Fantasma, Gaia no ha logrado recuperarse y sufre en silencio mientras sobre sus hombros carga el peso de la humanidad, un peso que lo comparte con la Madre del Caos, pero que ella no ha dado señal alguna, dejándole todo ese peso a Ana Franzetti, un peso que Zarek anhela quitárselo ya que eventualmente la quebrará y todo se habrá acabado, lo que tanto anhelan muchas de las más impresionantes civilizaciones, que el proyecto de Kader y de Gaia fallen, y que la Corte Celestial acepte que ya no son capaces de guiar y proteger los Universos.

El destino de la existencia y de sus cientos de miles de universos recae sobre esa mirada melancólica que mira la luna como si fuera parte de ella. La tarea no era para cualquiera, ni los más fuertes de los más fuertes podrían hacer lo que Amaena ha sido capaz de hacer, por eso Kader acudió a ella, porqué sabía que ella sí podría con ese peso y después de miles de años lo ha logrado, pero siempre ha estado él para cuidarla, Zarek nunca ha permitido que ella caiga, porqué si ella cae, todos caen, aún cuando todo se trate de una apuesta muy peligrosa.

Con la caída de Razael a manos de la Cacería Fantasma, Terra Gaia perdió un pilar, pero aún se mantiene en pie, Zarek tomó su lugar para no dejar caer a Gaia, y si ella cae, todos caen junto con ella, y todo lo qué hay se convertirá en un lugar como Dracoterra, en dónde los seres que habitan ese lamentable lugar odian y le escupen al Creador por haberlos creado. El canvas en blanco que es la existencia dejará de ser un lienzo en el que la vida pueda expresarse con creatividad, amor y libertad para convertirse en un canvas vacío que no logre expresar nada más que un vació a pesar de ser infinito. La apuesta es arriesgada, pero todos aquellos que luchan por ver el proyecto de Terra Gaia convertirse en un éxito no se darán por vencido, los ojos de toda la existencia están puestos sobre ella, sobre la mujer que es bañada con los rayos de la Luna, pero no estará sola.

Él llega con sus hermosas alas negras y se para junto a ella. Ya lo conoce, ya sabe su nombre, él ha estado dentro de sus sueños, en silencio, pero siempre presente, mostrándole que él está ahí para ella desde que ella volvió de su fatídica travesía orquestada por Zarek a través de sus Organizaciones, con la ayuda de sus fieles seguidores, Ruminoth y Luxandir. Ella lo ignora, aunque su presencia no le molesta no quiere saber nada de él, no quiera saber nada de nadie, si sus recuerdos la atormentan por lo que vivió en ese lugar maldito, el saber que su prometido Julio era un mentiroso contratado para espiarla… esa gota derramó el vaso y ahora es incapaz de confiar el alguien, por más que su presencia se sienta bien.

La promesa que hizo de rescatar a su pequeño hermano Alan, a Margot y a Alicia la mantienen viva, pero más que eso tiene miedo de que si muere acabará en ese lugar de nuevo, se siente atrapada de que no importa lo que haga, en su corazón siente que volverá a ese lugar, pero lo que Ana no sabe es que la Dimensión de Caos existe en su interior, su vientre es la Dimensión del Caos, ya que Amena la engendró tras la caída de la sexta humanidad.

—No entres —le pide Ana con voz ahogada en dolor y sufrimiento, y el ángel de Alas negras que una vez cuido a un ser muy querido para él, asiente.

Su departamento está impecable. Adornado con juguetes para bebés, con cunas por todos lados y fotos de su departamento está impecable. Adornado con juguetes para bebés, con cunas por todos lados y fotos del ultrasonido de su bebé que nunca nació en todas las paredes, tanto que ni siquiera las paredes de su departamento se pueden ver.

Patricia Bellamy ha intentado visitarla después de enterarse de quién es ella y lo que representa tras una larga conversación con Alexander Morningstar, pero la única persona que Ana permite que la visité es Aaron Blackbourne, ya que siente mucha paz y seguridad con su presencia. Él que aún llora la muerte de su hija alienta a Ana de que no se de por vencido, aunque las cosas no parezcan tener sentido o que no valen la pena, siempre hay algo por lo que vale la pena vivir. Ambos han logrado llevarse muy bien, tanto que Ana le ha contado sobre Alan, Alicia y de Margot, a aquellos que rescatará sin importar nada, pero le confiesa que no tiene idea de cómo hacerlo.

Siendo la Presidenta de la Federación Mundial debe llevar a la humanidad hasta el siguiente nivel y en múltiples reuniones fuera del planeta conversan sobre revelar a la humanidad de que existe vida inteligente fuera del planeta, pero ellos le confirman que la humanidad no se encuentra lista, que antes de poder dar el siguiente paso deben de deshacerse de los vestigios que los atan, deben de liberar la Dimensión del Caos, algo que a Patricia la llena de furia ya que no hay absolutamente nada que pueda hacer al respecto, se enfurece que el futuro de la humanidad recaiga en una mujer que ella considera débil e incapaz de hacer algo bien, pero para Bellamy es fácil, ella siempre ha sido fuerte y capaz de soportar los golpes de la vida.

El ángel de Alas negras la observa desde el balcón, sabiendo que todo dependerá de ella, el planeta se encuentra en paz y armonía por más disturbios que puede haber y por aquellos países que se requisan a unirse a la Federación Mundial. La Cacería Fantasma y la caída de Razael dañaron el espíritu de ambos lados, ni los Protectores de Gaia ni los Generales del Señor de la Oscuridad han sido los mismos desde entonces. La ATCWC ha llevado una racha de operaciones con ninguno de sus miembros heridos. El año 2016 fue un año de grandes cambios, ese año da el inicio del Principio del Final de una era. Ahora todo depende de esa mujer que llora sobre su cama mientras abraza una almohada al mismo tiempo que él la observa desde el balcón.



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