Lejos de Casa – Prólogo

Publicado por JLT en

Lejos de Casa – Prólogo

Si existe el orgullo y el honor hecho materia, entonces debe de conformar cada célula que compone el cuerpo de la especie de los dragones. Rivales eternos de los humanos, los dragones evolucionaron a partir de animales salvajes del tipo reptil, mientras que los humanos surgieron de los indisciplinados primates. En los principios de los tiempos, ambas especies con sus múltiples civilizaciones entraron en guerra cuando los dragones intentaron exterminar a las demás especies inteligentes que no pertenecían a su linaje genético. Para fortuna de todos, humanos y felinos lograron detener el imparable avance de los dragones y evitaron el exterminio de cientos de civilizaciones y especies. Se firmó un pacto en el que nuca más intentarían extinguir especies inteligentes y evolucionadas. Desde entonces han estado danzando entre la paz y la guerra, pero a pesar de tantos enfrentamientos, humanos y dragones poblaron todos los universos que existen.

De entre todas las civilizaciones de dragones hubo una que nunca se detuvo en su camino espiritual y genético. Avanzó tanto que cada uno de sus habitantes se unió a la consciencia primaria de su civilización. Nhil fue el nombre que tomó la consciencia que fue engendrada por cada ser inteligente en sus múltiples planetas de diversos sistemas solares y cuando se percataron de las intenciones de Nhil, ya era demasiado tarde y todos se unieron en un solo ser supremo que se creía Dios. Así surgió la civilización madre de los dragones, así surgió una entidad suprema conocida como Nhil. Su mente colectiva está conformada por cada uno de los habitantes que conformaron su civilización y su cuerpo está constituido por ocho sistemas solares.

Nhil busca constantemente adeptos para que se integren a su ser infinito y así seguir creciendo y poder rivalizar con los Protectores de los Universos de Nov Raiyek, pero hasta ese momento, la civilización madre se inclina ante el poder de los hermanos infinitos de la Corte Celestial. Desafortunadamente, no todos se libran del poder de Nhil, inclusive los de su misma especie de los dragones, de esta forma fue como múltiples civilizaciones galácticas fueron destruidas por el poder imparable de la civilización madre. Los Dragones Ancestrales son el colectivo de líderes supremos de la especie de los dragones en todos los universos, así como Valk Amarar lo es para la especie humana. Los Dragones Ancestrales le tienen miedo a Nhil y, por lo tanto, no detienen la destrucción de las civilizaciones que juraron proteger.

Millones de refugiados de las guerras de Nhil han pedido asilo a otras civilizaciones de su misma especie, pero no todas se los otorgan por miedo a represalias de la civilización madre. Hubo un colectivo de dragones que se unieron con refugiados de otras especies y se atrevieron a pedir asilo al planeta Terra Gaia. Sus habitantes les abrieron las puertas a los seres de otros universos que fueran compatibles con el planeta. Unos cuantos lograron ser aceptados y se adentraron en Terra Gaia, algo que Nhil no se atrevería a atacar, debido a que ese planeta es el proyecto personal de Kader y de Gaia, y la Corte Celestial lo protege.

Siguiente capítulo: Lejos de Casa – Capítulo 1: Tiempos Desesperados


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