Historia de la primera Edad de la Sexta humanidad

Publicado por JLT en

Historia de la primera Edad  de la Sexta humanidad

La primera edad comprende desde el inicio de la sexta humanidad hasta los mil años cumplidos.

Tras el cataclismo que llevó a la quinta humanidad a su declive tal como está estipulado en el contrato planetario, el cual dicta que cada once mil años una humanidad surgirá, florecerá y caerá para dar paso a la siguiente de acuerdo al experimento Terra Gaia, la sexta humanidad empezó a florecer en el continente de la Atlántida después de que los sobrevivientes huyeron de las guerras y la era glaciar que azotaba los cinco continentes: Rizamat, Eurinar, Martinar, Oreniat y Valiavat.

Los pocos humanos de la naciente civilización enfocaron sus esfuerzos en su lado espiritual en vez del arte de la guerra para el control de los recursos de la naturaleza y sobre otros. La herida aún seguía abierta y presente en la vida diaria de todos los sobrevivientes.

Al llevar una vida pacífica y espiritual alineada con el espíritu del planeta, con el pasar de las generaciones las mutaciones en su ADN fue liberando habilidades básicas del control de la energía. Pronto los humanos de la sexta humanidad empezaron a controlar las fuerzas elementales de la naturaleza.

La civilización espiritual cimentó su estructura social de acuerdo al poder mágico de cada habitantes, siendo los cinco más poderosos aquellos que determinaban el rumbo de la civilización.

La mayor parte de su tiempo la dedicaban a las meditaciones, y el resto del tiempo a recolectar frutos, cosechar sus siembras de Trigo y a la pesca. No existía un sistema de comercio, cuando una familia recolectaba más de lo que podía consumir, lo llevaban al centro de sus pueblos para ofrecerlo a quien lo necesitará, pero los líderes eran estrictos, todos debían recolectar su sustento.

Las creencias de la quinta humanidad quedaron rápidamente rezagadas cuando se encontraron con los elementales de la naturaleza (criaturas mágicas con consciencia propia) al llegar al continente, los cuales los guiaron y les enseñaron los secretos de sus cuerpos espirituales. Sus creencias en vez de ser externalizadas fueron internalizadas, creyendo que dios vive dentro de cada ser vivo, y no es solo una entidad, sino que lo es todo.

En el año mil, Gaia, el espíritu del planeta se les apareció y les enseño sobre Terra Gaia, los mundos superiores y la corte celestial de Nov Raiyek en el universo madre. La naciente civilización había logrado superar el reto que les puso Gaia al haber vivido mil años en paz y armonía, logrando que cada generación sea más cercana a la vida espiritual.

Al continente llegaron cerca de siete mil humanos, y para cuando llegó el año mil, apenas lograron llegar a los diecinueve mil, esto debido a problemas con la fertilidad de tanto hombres y mujeres.

Los tres elementales que guiaron a la naciente humanidad fueron Ermitar, Jove-nor y Akbat. Los tres lograron mantener alejados a los otros elementales que no estaban de acuerdo con que los humanos hicieran su vida en el continente. Ellos tres les enseñaron lo que Gaia les pidió que les enseñara, acerca de sus núcleos espirituales y la conexión con la naturaleza y con dios, el cual es todo.

En los mil años transcurridos, lograron asentarse en dos lugares distintos, bajo la aprobación de los tres elementales. Los líderes seguían siendo los mismos, y constantemente se encontraban viajando a pie entre ambos pueblos, con el tiempo lograron aprender a transmutar sus cuerpos en energía y atravesar grandes espacios en poco tiempo para volver a transmutar su energía en materia.

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